Lecce es una ciudad en el sur de Italia en la región de Puglia. Se encuentra en la península de Salentina, al borde de la "bota italiana", en el punto donde las aguas del Jónico y el Adriático entran en contacto, posee altos y pintorescos acantilados, playas doradas y hermosos bosques. Lecce se le considera la "perla barroca de Italia", llamándola también  "La Florencia o Roma del Sur". Y de no ser por su ubicación, Lecce se habría convertido en una de las ciudades más populares del país hace mucho tiempo.

Las playas Otranto son un conjunto de pequeñas playas localizadas cerca de las murallas de la ciudad. Son bastante populares entre los italianos y los turistas (en Italia ocupan el segundo lugar). Aquí puedes relajarte con un presupuesto ajustado, pero, por supuesto, hay opciones más lujosas, con visitas a lugares de descanso de élite. Poseen restaurantes y  una amplia gama de actividades en la playa. Las pequeñas playas de la ciudad y la playa Atlantis se encuentran a poca distancia del paseo marítimo, donde también se ubican los mejores hoteles de Otranto Beach. El amarillo dorado de las dunas se extienden por decenas de kilómetros a lo largo de la costa. Las hermosas playas de arena blanca junto al azul cobalto del mar y aguas cristalinas, te enamoraran. En las secciones más remotas de la costa, las playas están rodeadas de pintorescos acantilados de color plata compuesto de capas de arenisca  que asume formas casi artísticas. 

El lago en las minas de Bauxita (Cava di Bauxite) es una excantera que al ser abandonada, la naturaleza se ha encargado de recuperar. El color azul-verdoso del lago, la rojiza tierra de las grietas y barrancos que lo bordean contrastando con el verde de la flora que lo invade, hace de este, un lugar único en el mundo. Forma parte de uno de los parques nacionales de importancia regional en la provincia de Puglia. La ruta de senderismo comienza desde el punto más oriental de Italia: el antiguo faro romano Otranto, luego pasa por la costa y el bosque Tricase y, después de una distancia de 50 kilómetros, termina en el impresionante faro de Leuca. Paisajes espectaculares, terrazas de olivos, rocas y otros placeres en un área de 3200 hectáreas, ¡son maravillosos! Es un lugar increíble tanto para quienes gustan de largas caminatas disfrutando la paz del lugar, como para los que   intentan capturar en sus cámaras un mágico momento por la impresionante paleta de colores que el lugar ofrece.

La Catedral de Otranto o Catedral Santa Maria Annunziata, solía ser una escala en la peregrinación a Jerusalén y es uno de los lugares de interés con mayor  importancia en la ciudad de Otranto, enclavada en la región italiana de Puglia. Fue construido sobre las ruinas de una antigua casa romana y una iglesia cristiana primitiva, que fue descubierta durante el trabajo arqueológico realizado entre 1986 y 1990. Su construcción comenzó en 1080, durante el reinado del pontífice Gregorio VII, y se completó ocho años después. En el mismo 1088, la nueva catedral fue declarada sagrada. Ese período, el final del siglo XI, fue el mejor momento de la antigua Otranto, llamada Hydrunton.

El elegante y sencillo exterior de la Catedral no nos prepara para el colorido espectáculo que nos presenta entre otras cosas el gigantesco mosaico que recubre casi todo el piso donde verás representadas escenas religiosas, mitológicas e históricas junto a enigmáticas palabras. De igual forma sus techos y la capilla de los difuntos la convierten en un sitio que no puedes dejar de visitar.

El castillo de Otranto, también conocido como Castillo aragonés,  es el segundo monumento destacado en la ciudad de Otranto, en la región italiana de Puglia. Fue construido en la segunda mitad del siglo XV por orden del rey Fernando II de Aragón para proteger la ciudad y la costa de la invasión de los turcos. Los arquitectos Ciro Ciri y Francesco di Giorgio Martini, los genios de la ingeniería militar del Renacimiento, trabajaron en el proyecto del castillo. Anteriormente también había una instalación defensiva en este lugar. Fue construido por el Sacro Emperador Romano Federico II.

Este Castillo, que además es protagonista de la obra considerada el texto inaugural de la literatura de terror gótica, la novela homónima escrita por Horace Walpole en 1764, y un pequeño papel en el film “En el nombre de la Rosa”, es hoy día escenario de exposiciones culturales.

Te deleitaras al recorrer su estructura pentagonal compuesta de tres grandes torres llamadas Alfonsina, Duchessa e Ippolita además de el bastión Punta de Diamante y el amplísimo patio de armas al que se llega a través de la puerta Alfonsina y donde debes pasar un rato escuchando las gaviotas. ¡Te encantará!

En el territorio de la península de Salentine, el "talón italiano", se conservaron innumerables torres, construidas a lo largo de la costa en la antigüedad. A pocos kilómetros al sur de Otranto, en el Valle delle Memorie (Valle de la memoria), en una colina alta hay una torre redonda llamada  Torre Pinta. En el subsuelo de esta torre y desconocido para la mayoría de los turistas, encontramos un mágico lugar de origen incierto y de encanto gótico.
Se cree que es de origen cristiano por su disposición de Cruz Latina con las tres "alas" cortas de la cruz  orientadas hacia el oeste, sur y este, y la larga ala de 33 metros llamada “galería oscura” orientada hacia el norte.  Nichos de palomas, nichos funerarios, horno de cremación y asiento de piedra son elementos que llenan de misterio este lugar.

La costa sur de Otranto consiste en una larga línea de acantilados inclinados, lo que hace que estos lugares no sean los más accesibles para los turistas. Si viaja desde el puerto de Otranto hacia las Cuevas, puede visitar la Grotta Palombara, la cueva llamada así por la presencia de colonias de palomas en ella. La Torre del Serpente se encuentra un poco más lejos, la Torre Serpentina, también conocida como Torre del Idro, es el símbolo permanente de la ciudad. Más arriba, se puede ver la Torre del Orte, construida en el siglo XVI. Al final de la Bania, encontrarás una  playa que en ocasiones se puebla de lobos marinos.